AUDACIA Y CÁLCULO
 
 
     
 

Con todo el conocimiento y experiencia adquirida en millares de vuelos en los últimos diez años, apenas podría imaginar ahora hacer mi primer vuelo en una máquina extraña, con 27 millas de viento, aún sabiendo que era una máquina volable y segura. Después de estos años de experiencia, veo con asombro la audacia de nuestros intentos de vuelo con una maquina nueva, nunca probada, y en aquellas circunstancias. Pero la fe en nuestros cálculos y el diseño de la primera máquina, basada en nuestras tablas de valores de presiones de aire, aseguradas por meses de cuidadoso trabajo de laboratorio, y la confianza en nuestro sistema de control desarrollado durante tres años de experiencias reales equilibrando planeadores en el aire, nos convencieron de que la máquina era capaz de elevarse y mantenerse en el aire, y que, con un poco de práctica, podría hacer un vuelo seguro.

La foto mítica: Orville a los mandos del Flyer, Wilbur observando al lado, el 17 de diciembre de 1903 el Flyer vuela durante 12 segundos y recorre 120 pies (Fotografía: Biblioteca del Congreso de los EEUU)

Wilbur, habiendo hecho uso de su turno en la prueba fallida del día 14, me cedió el derecho ahora del primer intento. Después de hacer funcionar el motor durante unos pocos minutos para calentarlo, liberé el cable que mantenía a la máquina en la pista, y ésta arrancó en dirección al viento. Wilbur corrió al lado de la máquina, sujetando el ala para equilibrarla sobre la pista. A diferencia del arranque del día 14, hecho con viento en calma, el aparato, encarando un viento de 27 millas, arrancó muy lentamente. Wilbur fue capaz de permanecer junto a él hasta que se elevó desde la pista después de 40 pies de recorrido. Uno de los salvavidas disparó la cámara para nosotros, tomando una fotografía justo cuando la máquina había alcanzado el final de la pista y había ascendido a una altura de aproximadamente dos pies. La baja velocidad de avance de la máquina sobre el suelo se muestra claramente en la foto por la posición de Wilbur. Él permaneció junto al artefacto sin ningún esfuerzo.