El curso del vuelo fue excesivamente errático, en parte debido a lo racheado del viento, y en parte a la falta de experiencia en el manejo de la máquina. El control de profundidad del timón frontal era difícil porque estaba situado demasiado cerca del centro de gravedad. Esto producía una tendencia a rotar excesivamente cuando despegábamos, de forma que ascendía demasiado y después descendía demasiado. Como resultado la máquina subió rapidamente hasta 10 pies, y después cayo igual de súbitamente sobre el suelo. Fue un rápido vuelo de 100 pies desde el final de la pista, o 120 pies desde el punto en el que ascendió en el aire hasta donde el vuelo acabó. Como la velocidad del viento fue de aproximadamente 35 pies/seg., y la velocidad de la máquina contra ese viento fue de 10 pies/seg., la velocidad relativa del aparato fue de aproximadamente 45 pies/seg., y la longitud recorrida fue equivalente a 540 pies completados con el viento en calma. El vuelo duró solo 12 segundos, pero a pesar de todo fue el primero en la historia de la humanidad en el que una máquina cargando una persona se elevó por sus propios medios en el aire y completó un vuelo, navegando recto, sin reducción de velocidad y aterrizando en un punto tan alto como el de partida.
Diagrama del Flyer
Con la ayuda de nuestros visitantes llevamos la máquina al principio de la pista y nos preparamos para otro vuelo. El frio viento, sin embargo, nos había helado a todos completamente, así que antes de intentar un segundo vuelo, fuimos a calentarnos al edificio. Johny Ward, viendo bajo la mesa una caja llena de huevos, preguntó a uno de los salvavidas dónde podía conseguir algunos de ellos. La gente del vecindario llevaba a duras penas una pobre existencia pescando durante la corta temporada, y sus provisiones de otros artículos eran limitadas. Él probablemente nunca había visto tantos huevos juntos en toda su vida. Uno de ellos le respondió jocosamente si no sabía de la pequeña gallina que corría alrededor del edificio. "¡Esa gallina pone de 8 a 10 huevos por día!". Ward, habiendo visto nuestra obra de ingeniería elevarse por sus propios medios de suelo y volar, algo en aquel momento considerado tan imposible como el movimiento perpetuo, estaba dispuesto a creer casi cualquier cosa. Pero después de haber ido fuera y haberle echado una mirada a nuestro maravilloso "pájaro", volvió y exclamó: " ¡Si es solo un vulgar pollo! |